(dpa) – La alegría por el crecimiento de la familia es grande. El primer mameluco para el bebé se compra con la misma facilidad que la cuna o el mordedor. La adquisición del cochecito para el niño ya es más difícil, y cuando se trata del asiento infantil para el automóvil, ahí ya se ingresa en un terreno verdaderamente complicado.
Henry Görlitz de la Fundación Warentest recomienda por eso a los padres que, antes de comprar el asiento para niños, lo prueben minuciosamente. Los asientos infantiles y los autos pueden no ser compatibles. «A veces un asiento infantil no cabe en el coche porque el techo es demasiado bajo o el reposacabezas es demasiado ancho o demasiado alto. Desafortunadamente, los asientos de los coches no están estandarizados», comenta el experto.
«También puede suceder que el cinturón de seguridad del vehículo sea demasiado corto o que la retracción automática deje de funcionar cuando los cinturones estén completamente extendidos». Por lo tanto, insta a los padres a que se asesoren en el comercio y luego hagan un montaje de prueba en el propio vehículo.
Para una instalación sencilla del asiento se ofrece el sistema Isofix. Este consta de dos anclajes en la articulación entre el espacio del asiento y el respaldo, que mantienen el asiento infantil firmemente en su sitio.
Entonces solamente falta abrochar al niño con el arnés del asiento, algo en lo que los padres frecuentemente se equivocan. «Los arneses para los bebés y los niños pequeños deben quedar firmes. Sólo una mano plana puede caber entre el cinturón y el pequeño», explica. Un cinturón suelto no sujeta suficientemente al niño en el asiento.
En caso de que los padres instalen la silla del menor en el asiento del acompañante, tienen que tener en cuenta desactivar el airbag. Porque en caso de un choque frontal este golpearía con toda la fuerza contra el asiento, lo que podría tener consecuencias mortales.
Muchas veces los padres también cambian a sus hijos demasiado pronto al siguiente asiento más grande. Recién debe darse este paso cuando el borde superior de la cabeza del bebé o sus orejas estén a la misma altura que el canto superior del asiento, explica el experto.
«Pero mientras que el niño no sepa caminar, un asiento en dirección opuesta a la marcha del vehículo posee más ventajas», señala. De lo contrario, en caso de una colisión el menor puede sufrir lesiones en la nuca.
Pero también en niños mayores de hasta 1,50 metros de altura, Görlitz recomienda que se abrochen con cuidado. El cinturón del auto debe estar firme y no colgando sobre la ropa. Y un asiento infantil adecuado les proporciona seguridad adicional: Un respaldo regulable en altura garantiza que el cinturón de seguridad esté colocado correctamente por encima del hombro para que el cuello no se lastime. Además, las almohadillas laterales ofrecen una protección adicional en caso de impacto de costado.
También es importante tener en cuenta que los puntos de anclaje Isofix solamente resisten 36 kilogramos, contemplando el peso del niño y de la silla. Por esa razón, los menores a partir de unos 18 kilos deben ser asegurados con los cinturones de seguridad del coche.
Los asientos infantiles para bebés y niños están divididos en diferentes grupos normativos.
Los asientos de la nueva categoría i-Size (Fase 1) están destinados a niños de hasta unos cuatro años o hasta 1,05 metros de altura. Luego le sigue la I-Size Fase 2, hasta 12 años o 1,50 metros de altura. Sin embargo, también hay asientos con los grupos 0 a III. El factor decisivo es el peso del niño; la edad y la altura son solamente valores indicativos.
Para recién nacidos se adecuan solamente los capazos portabebés de tamaño i-Size. «Allí difiere si el capazo puede ser instalado con el sistema Isofix fijamente al auto o con el cinturón del vehículo», indica Marco Lucke, entrenador en seguridad automotor del Auto Club Europa.
Lucke precisa además que el lugar perfecto para la silla es en el medio de la parte trasera, aunque pocos fabricantes ofrecen allí los anclajes Isofix. Por lo tanto, recomienda el asiento trasero derecho. De esta manera, los padres tendrán un lado seguro para abrochar o desabrochar al niño en los espacios de estacionamiento.
Por Fabian Hoberg (dpa)