(dpa) – Las joyas de gran tamaño están de moda, pero con formas sencillas y puristas. Por ejemplo en las piezas XL, que se lucen sobre todo en las orejas, se privilegian especialmente varias delicadas filas de cadenas o de finos anillos, reporta la asociación germana Schmuck + Uhren (Joyas + Relojes).
Sin embargo, la reciente tendencia a las filigranas se encuentra al mismo tiempo en retroceso. En definitiva, las piezas de joyería vuelven a ser cada vez más masivas. Y ya no hay un metal que sea el de moda.
En lugar de circunferencias, se ven cada vez más bolas, por ejemplo como colgantes o como elementos de brazaletes y anillos. Y los últimos actualmente está de moda lucirlos con filas de pequeñas bolitas.
La combinación de varios anillos con bolas en diferentes colores de metales preciosos como plata, oro amarillo y oro rosa, así como su complementación con modelos lisos y sencillos es muy solicitada, explica la asociación.
En caso que se observen las colecciones, también llama la atención que en muchos aretes asimismo aparecen bolas, mayormente balanceándose como colgantes en la culminación de finas cadenas.
El look de capas también es popular en joyería: por ejemplo, se juntan varias piezas de diferentes longitudes o se unen desde el principio.
«Las mezclas de material y de estilos son buscadas y logran imágenes apasionantes», escribe la asociación en su reporte de tendencias. En el cuello, por ejemplo, se combinan cadenas de eslabones finos y gruesos.
En las orejas alcanza respectivamente una pieza, pero para ello los aretes buscan presencia con grandes medidas. Son cada vez más voluminosos, a veces ultralargos y llegan hasta los hombros.
Asimismo luce moderno el uso de aretes asimétricos. Por ejemplo uno corto y otro largo, o uno pequeño y el otro grande.
Otra tendencia: los brazaletes se separan de la muñeca y ahora se colocan en la parte superior del antebrazo o en la parte superior del brazo.