El arquitecto malagueño Ángel Asenjo ha advertido este jueves de que aquellos hoteles que no se adapten a las nuevas tendencias del mercado se arriesgan a perder mercado. Unos establecimientos que deben contar con áreas cada vez más diáfanas, espacios funcionales, nuevas tecnologías y domótica, ahorro energético, etcétera, todo ello para adaptarse en cada momento al perfil del cliente.
El arquitecto Ángel Asenjo ha pronunciado este jueves en el Salón Internacional del Contract y Equipamiento Hotelero ‘Trending Hotel’ que se celebra en Torremolinos una conferencia en el que considera que el reto más inmediato que tiene la planta hotelera en general, y la de la Costa del Sol en particular, es el adaptarse a las nuevas tendencias del turismo.
Si hace 15 años la discusión era sobre las dimensiones de la habitación o del ‘hall’ del hotel, ha dicho, hoy los establecimientos «tienen el desafío de rehabilitarse y rediseñarse, y si no las nuevas tendencias los dejarán fuera de juego».
En la conferencia ha realizado un recorrido por distintos proyectos hoteleros en el mundo y de cómo la arquitectura ha ido adquiriendo peso como «elemento de referencia» en el sector.
Desde el desarrollo en los años 90 del primer hotel temático en Disney World, en Florida, a la ejecución de proyectos de hoteles-ciudad, hoteles jardín, hoteles flotantes, escultóricos o incluso, como el caso, del Yas Marina de Abu Dabhi, con circuito de Fórmula 1.
El común denominador de todos ellos, ha expuesto, es la búsqueda de la singularidad y la reivindicación de elementos que incorporen mayor personalidad.
En relación con la Costa del Sol, el arquitecto se ha remontado al desarrollo de proyectos como los del Hotel Pez Espada, o los hoteles Don Carlos, Don Pepe o Puente Romano, por citar algunos, como «proyectos en los que había intención de crear espacios singulares, con una cierta especialización». Sin embargo, en los últimos 10 años «no se ha seguido esa tendencia y se han hecho bastantes actuaciones que no tienen una singularidad».
Para el arquitecto «un hotel ha de ser más allá de un hotel. Los hoteles son incubadoras de tendencias», ha señalado; y a este respecto se ha referido a como, en muchos casos, son agentes que influyen en el concepto del modelo de destino y en los sectores complementarios como la gastronomía, el ocio, el paisajismo, el diseño, etcétera.