La plataforma de alquiler de alojamientos turísticos Airbnb ha criticado la decisión del Ayuntamiento de Barcelona de convertir apartamentos ilegales de Ciutat Vella en pisos sociales a cambio de la condonación del 80% de la multa, y ha subrayado que se trata de un «paso atrás» porque creará confusión en los residentes que comparten su vivienda.
En un comunicado este miércoles, Airbnb ha recordado que los anfitriones que comparten su casa están dispuestos a cumplir las normas y a pagar la tasa turística, pero ha destacado que las reglas actuales fueron diseñadas para «una industria diferente en una era diferente».
La empresa ha lamentado que «la decisión llega tres semanas después de que la Generalitat anunciara una propuesta para permitir compartir la casa y aceptar fórmulas innovadoras de turismo».
También ha explicado que, según una encuesta interna de la empresa, más de la mitad de los anfitriones de Barcelona dependen de los ingresos del alquiler para permanecer en sus hogares, y ninguno de ellos cuenta con un equipo de abogados que le ayuden con el «complejo panorama normativo».
Para Airbnb, el consistorio debería disponer de normativas claras y sencillas que apoyaran a estos vecinos y «no actuar en contra de ellos», como considera que han hecho Amsterdam, Londres y París.
La medida es una prueba piloto por la que el consistorio condonará el 80% de la sanción a los propietarios por ceder los inmuebles durante tres años en alquiler social, que cobrará el Ayuntamiento.
PRIVACIDAD DE LOS USUARIOS
El Ayuntamiento también hará un requerimiento a las plataformas intermediarias –Cómo Airbnb y Booking– para que faciliten los datos de los pisos turísticos que ofertan sin que tengan el número de registro de la Generalitat.
En caso de que no los entreguen en 15 días, a partir del 1 de septiembre el consistorio sancionará a las plataformas por cada uno de los pisos de los que no faciliten la información.
Ante este anuncio, Airbnb ha destacado la importancia de garantizar la privacidad de sus usuarios, y ha asegurado que los protegerá de «exigencias excesivamente amplias en datos».