Ginebra/Bünde (dpa) – ¿A quién no le ha sucedido ya más de una vez caminar hacia un banco del parque para descubrir que está mojado o sucio con excrementos de pájaros? ¿O estar delante de la puerta de su casa y tener que buscar las llaves en la oscuridad y con un paraguas en la mano?
El Salón Internacional de Inventos de Ginebra acogió del 10 al 14 de abril a 800 empresas, institutos de investigación e inventores privados llegados de todos los rincones de Europa para presentar ideas destinadas a solucionar problemas de la vida cotidiana.
Michael Könker, albañil y colocador de azulejos del norte de Alemania, participó en la séptima edición de la feria con un banco reversible.
«A menudo salgo a pasear con mi perro y siempre me he sentido molesto cuando quería sentarme en algún lugar y el banco del parque estaba mojado o sucio», dice. «Entonces se me ocurrió la idea del banco reversible».
Könker ha diseñado un banco en el que el asiento y el respaldo giran automáticamente hacia abajo cuando nadie está sentado sobre él. Para utilizarlo basta con plegar ambos hacia arriba. «El banco para la eternidad», dice este inventor de 49 años que ya ha instalado un modelo frente a un centro médico en Bünde, la ciudad donde reside.
El ginebrés Pierre Cretin trabaja en un servicio de traslado de pacientes. «Con mucha frecuencia tenemos pacientes de edad avanzada con fracturas de cuello femoral como resultado de una caída», dice el inventor suizo.
Junto con dos colegas, Cretin desarrolló un cinturón con airbag para personas con riesgo de caerse. Éste está provisto de sensores que detectan una caída en 70 milisegundos e inflan automáticamente los cojines de aire. «Esto reduce diez veces las fuerzas de impacto en el hueso», dice. El cinturón es ligero y tiene un simple cierre de clic.
Reinhold Kett tiene 64 años y es oriundo de Dachau, cerca de Múnich. La inspiración le llegó de la mano de su hijo Nathan, de nueve años. Cuando el niño aprobó en la escuela el examen de circulación de bicicletas, a Kett se le ocurrió diseñar para él un chaleco de seguridad inteligente.
Su invención tiene una luz de freno e indicadores a derecha e izquierda que el ciclista puede manejar desde el manubrio de la bicicleta. La energía proviene de paneles solares. El mando es extraíble y, por lo tanto, también adecuado para patinadores.
El ingeniero eléctrico comenzó su carrera de inventor a la edad de 14 años, cuando ganó el premio «Jugend forscht», una competición escolar y juvenil que se celebra anualmente en Alemania.
Kett relata que ha recorrido todo el mundo con sus invenciones, entre las cuales se encuentra un globo con iluminación que, sin embargo, ya no se produce más. Su hijo Nathan sigue sus pasos y construye ya sus propios robots, dice el inventor.
Los estudiantes de la Universidad de Taipéi, en la isla de Taiwán, han desarrollado un paraguas con funciones múltiples de iluminación, calefactor radiante o ventilador seleccionables según la situación. Se carga con tiras solares o a través de una salida USB montada en el mango del paraguas.
Otro grupo de jóvenes de la misma institución exhibe una ducha con función de reconocimiento de voz —en chino e inglés— que se prende, apaga o cambia el flujo del agua reaccionando a comandos orales. «Útil si tienes un bebé en la mano, o para personas con movilidad limitada», explican los inventores.
Timo Horl, de la ciudad alemana de Friburgo, optimizó una invención de su padre de los años 90: un rodillo afilador de cuchillos con un pequeño bloque de madera que, mediante imanes, sujeta el cuchillo en el ángulo de afilado perfecto.
La superficie afiladora del rodillo se desliza por el cuchillo con un disco de diamante miles de veces más duro que el acero. «Todo hecho en la Selva Negra», añade el inventor de 31 años.
El psicólogo rumano Dumitru Grigore ha diseñado un ordenador que evalúa a las personas con ayuda de impulsos eléctricos y algoritmos. Sólo basta con apoyar las manos en él para obtener, en cinco minutos, un perfil psicológico completo, explica el talentoso profesional.
Inteligencia, pensamiento espacial, capacidad de comunicación, habilidades matemáticas, éstas son solo algunas de las 60 características que pueden ser evaluadas con ayuda del ordenador, añade el psicólogo.
Grigore explica que el sistema es inteligente y que aprendió por sí solo a través del almacenamiento de gran cantidad de datos de 10.000 sujetos de prueba. «Podría ser muy útil para las entrevistas de trabajo», dice.
O para el ejército. En Rumanía, el artilugio ya ha ganado un premio al producto más innovador para la defensa nacional, concluye el ingenioso inventor.
Por Christiane Oelrich (dpa)