(dpa) – «Corgi in the Garden» es un café de Bangkok en el que una decena de perros de raza corgi, originaria de Gales, reciben a los clientes entre ladridos de unos y risas de otros.
Los amantes de los corgis pueden pasar una hora completa jugando con ellos y tomando fotos mientras toman una bebida o un bocadillo a partir de 250 bahts (7,8 dólares) en esta cafetería recientemente abierta en un suburbio de la capital tailandesa.
Los cafés donde los clientes pueden jugar con perros y gatos pagando una cantidad adicional por su consumo es una tendencia desde hace años en Tailandia, Japón y otros países asiáticos.
Abrir un «dog-café» con una raza concreta es bastante novedoso. «Nunca pensé abrir un ‘corgi-café’. Mis dos corgis se aparearon y dieron a luz a una gran camada, siete cachorros», dice Tanchanok Kanawong, la dueña del café.
«Luego le compré tres corgis más a un amigo. Son un número suficiente para compartir su cariño y belleza con los demás», añade esta empresaria de 36 años.
Desde su apertura a mediados de enero, el café, que tiene un patio trasero para que los perros puedan moverse con cierta libertad, se hizo popular rápidamente.
«Mi esposo y yo visitamos otros cafés para perros en Tailandia, pero tenemos que venir aquí porque a mi esposo le encantan los corgis», dice Yvonne Goh. «Son muy lindos», añade esta clienta de Singapur.
Otros quieren estudiar las características de los perros antes de tomar la decisión de adoptar uno. «Estoy tentado de quedarme uno, aunque son más traviesos de lo que pensaba», dice Praveena Tantayanyyong, antes de decirle a un cachorro que quiere algo más de su comida «no tengo más».
La jornada laboral de los corgis es de tres a cuatro horas al día, seis días a la semana. «No esperaba que el café se hiciera tan popular, pero no puedo hacerles estar más horas», dice Tanchanok. «Deben ser felices, como deben ser los perros», dice.