(dpa) – Las modas lo cambian todo. Tuvimos épocas en las que se usaba pintar las puertas de madera de rojo. Otras en las que queríamos ver el ambiente completamente blanco, y otras en las que los marcos ideales eran color madera.
Pues bien, hoy lo que más se usa es que las aberturas sean todas de tonos discretos. El blanco y el crema siguen siendo clásicos. A esos colores se suman los verdes, grises y azules apagados, comentan los expertos en el tema de Frankfurt. Los acompañan elementos tradicionales como el roble.