La ropa militar ha sido diseñada especialmente para el trabajo duro. No solo para el campo de batalla, sino también para la aventura y las operaciones que requieran pasar desapercibido en la selva o en el desierto.
El vestuario militar y sus complementos han sido concebidos para afrontar cualquier tipo de situación de conflicto, juegos de guerra, adversidad climática o para las funciones del día a día de los oficiales y el personal de tropa profesional.
Existen múltiples alternativas en la indumentaria militar, según la actividad que se desarrolle. Aquí entran en juego los chalecos tácticos, los cinturones de carga, trinchas y los cascos.
Un aspecto que se considera a la hora de diseñar los atuendos y los artículos militares es el que tiene que ver con el entrenamiento para la supervivencia. En este caso hay que mencionar los cuchillos, machetes, multiherramientas, pulseras, luz química, equipos de primeros auxilios o los espejos de señales.
Resistencia y durabilidad
Cada producto es diseñado pensando en las condiciones más rudas que puedan presentarse durante el desarrollo de los entrenamientos, emboscadas o para enfrentarse en equipo o de forma individual ante la naturaleza.
En Internet hay portales como tssm.es, que se especializa en ropa militar, complementos militares y artículos de supervivencia. Cualquier persona interesada puede adquirir este tipo de atuendo a través de su tienda online.
En la página, los productos se dividen en diferentes categorías: ropa, elementos para el transporte, equipamiento en general, artículos de protección, calzado y diferentes tipos de herramientas. Los profesionales pueden consultar los artículos destacados y elegir según sus preferencias.
Respecto al atuendo militar, cada país tiene sus propios códigos de vestimenta, lo que distingue a los ejércitos, a las fuerzas aéreas o guardias nacionales.
Hay que recordar que los uniformes militares son emitidos por las fuerzas armadas que, además de fabricar uniformes para los efectivos que están en servicio, también elaboran ropa para cuando no lo están.
Cada Estado tiene sus propias leyes, que dictan la permisibilidad de los uniformes militares entre el personal que no está de servicio. Los estatutos rigen tanto los uniformes de servicio, como la vestimenta de gala empleada en las paradas más importantes o en los eventos sociales de mayor relevancia, como los matrimonios del personal.
Las diferentes ramas de las fuerzas armadas tienen un diseño particular de uniforme. Cada profesional debe lucir únicamente el que le corresponde. Es decir, un soldado del ejército no puede vestir el atuendo de la marina, por ejemplo.
Un detalle a considerar es que las medallas obtenidas a lo largo de la carrera militar solo deben usarse en los uniformes de gala.
Ligereza y comodidad
La ropa militar debe contar con dos elementos fundamentales para que pueda ser utilizada a diario. La mayoría de las prendas deben ser ligeras y cómodas, para que los soldados se sientan a gusto y orgullosos de lucir sus colores en todas partes.
La protección contra los agentes externos es otra de las características más importantes que debe tener cualquier ropa militar. El uniforme puede ser la principal arma de defensa contra los cambios del clima, los mosquitos o hasta de animales de mayor tamaño, como serpientes o alacranes.
Los atuendos militares han influido hasta en la moda y en el mundo fashion de las principales capitales de Europa y Estados Unidos. Se han realizado desfiles en Nueva York, París, Milán o Madrid con prendas de camuflaje o con detalles destacando el espíritu castrense.
Debido a que cada país tiene su normativa a la hora de vestir la ropa militar, hay naciones en las que existen más de 15 tipos de uniformes.
El órgano que suele regir esta clase de directrices es el Ministerio de Defensa de cada nación, que se encarga de dictar las normas conjuntas sobre equiparación, designación y numeración de los uniformes.
La intención de cada ministerio es lograr que exista una armonía entre todos los componentes de las fuerzas armadas, respetando siempre las particularidades propias de cada ejército.
Los uniformes del personal de tropa y de los oficiales pertenecen por lo general a la fuerza armada de cada país, por lo que a la hora del retiro, o de una baja forzosa, las prendas deben ser devueltas al ejército o al componente al que pertenezcan.
Actualmente, el desarrollo tecnológico también ha sido incorporado en los uniformes. Un ejemplo de ello es lo realizado en Estados Unidos, donde se busca que el soldado sea prácticamente invisible.
Los llamados trajes camaleónicos están llamados a dominar el futuro en el frente de batalla. La tecnología stealth, empleada también en los aviones caza bombarderos, ha comenzado a ser utilizada para desviar la luz a su alrededor.
El ejército de este país ya está fabricando este tipo de uniforme, que sentará las bases del mañana.
Ya sea para el combate, entrenamiento especial o para el día a día, la ropa y los atuendos militares deben llevarse con respeto y orgullo por la institución.