La contracultura hippie es un movimiento nacido en los 60 en Estados Unidos que tuvo, en su momento de mayor auge, decenas de miles de seguidores y fanáticos, prolongándose gracias a esto hasta los 70 y más allá. Su lema, “paz y amor”, ha sido sostenido y reivindicado por generaciones incluso posteriormente de su declive y consecuente paso de moda. El movimiento era de carácter contracultural, emergente, crítico a los condicionamientos sociales y muy ligado a la paz y la no violencia.
De estas características puede deducirse que, en lo tocante a la expresión estética hippie, es muy importante lo que vas a comunicar haciendo uso de esta moda. Es por ello que quizás debas saber cómo sacarle mayor provecho estético a su imaginario, aprendiendo a cómo sacarle provecho al maquillaje hippie años 70.
Un uso adecuado del color
Los colores que el estilo hippie privilegia para comunicarse son, en lo general, el blanco, marrón pálido, beige, verde -en sus distintas tonalidades, incluyendo acuamarino-, azul y amarillo. A pesar de ello, lo que mejor define el estilo hippie no es tanto, o no es sólo, el tipo de colores que utiliza, sino la manera en la que les da uso.
Este estilo se caracteriza por mezclar los colores de manera elegante, sincrética, dando una apariencia con cierto grado de “antropologismo” a su estampa. Con elementos que describen hechos naturales, como dibujos de flores, de frutas e incluso tomando elementos religiosos asiáticos, como la Mandala, de los aborígenes norteamericanos, como los atrapasueños, el “arte hippie” logra mayor expresividad de ensueño y calidez, que reviste la importancia de los elementos ideológicos que se esconden tras su esteticismo. Y estos elementos ideológicos, ya mencionados anteriormente -paz y amor-, deben expresarse de manera inteligente.
Las impresiones y la moda
Los hippies hacen uso no sólo de colores y figuras oportunas para expresarse; la moda hippie se reconcentra, también, en la forma que es utilizada la ropa. La ropa hippie puede ser ancha o pegada al cuerpo, pero debe dar ciertas impresiones, a menudo vinculadas a la expresión de los valores que han sido señalados previamente.
Por ello, el estilo hippie regularmente apela a ropa ancha, donde puedan situarse más cómodamente una mayor y más variada cantidad de dibujos que, como se dijo antes, deben evocar la paz, el ensueño y el sosiego, que son características propias y comunicantes de las características establecidas anteriormente.
A ello se pueden sumar ropas de tela muy fina, con amplitud en la base -tanto en hombres como mujeres, pero especialmente en las últimas-, que permitan traslucir algunas partes del cuerpo. Jugar con características de orden y desorden personal es fundamental para darle al estilo hippie mayor dinamismo y hacerlo más divertido, por lo que muchos apuestan a sumar rastas, trenzas y otros elementos decorativos agregados a la ropa.
¿Y cómo llega el maquillaje?
Llegados a este punto, vale preguntar: ¿y el maquillaje qué? ¿Cómo se mezcla una cosa con la otra?
De entrada, puede justificarse la existencia de un maquillaje hippie porque el maquillaje es, a la larga, una característica estética más. Un maquillaje hippie no es otra cosa que algo que ensalce más el conjunto hippie, algo que sirva de complemento a todo lo anteriormente dicho. El maquillaje es muy importante, dentro y fuera de este estilo puntual, para realzar la belleza del rostro y darle mayor contenido a nuestro conjunto.
El maquillaje hippie es el ideal para eventos especiales, por su estilo degradado y por su uso amplio de los colores. Con él comunicarás paz y armonía con el entorno y, si al mismo le adicionas ropa y demás estética propia de lo hippie, te verás fenomenal.
Este estilo necesitará mucha paciencia a la hora de hacer uso de él, por cuanto no es fácil elegir correctamente los colores. Por ello, es oportuno pensar en que quizás la manera más fácil de pensar en combinar el maquillaje hippie sea observando, previamente, la combinación de colores que ya forman parte del conjunto de ropa con la que se piensa salir de casa. En este sentido, para maquillarte lo más importante es aprender a aplicar una buena base, que sea parecida al tono de tu piel; luego de ser aplicada, puedes engrosar la línea negra del párpado superior con un eye liner. Por último, utiliza el rimmel y sombra a tu gusto.