Con el inicio de la crisis, el pavimento de hormigón impreso ha ganado cada vez más terreno como una solución más económica en las preferencias del consumidor.
Esto se debe a un cúmulo de características: precio económico, instalación rápida, durabilidad, fácil mantenimiento y amplia gama de colores y texturas.
Ahora, aunque todavía sintiendo los efectos de la crisis, hay una demanda en constante crecimiento tanto en nuevos proyectos como en reformas, por lo que se puede decir que el pavimento de hormigón impreso llegó para quedarse.
La amplia variedad de combinaciones de texturas y colores, así como el interés de Rompav en cada detalle, permiten satisfacer los requisitos más exigentes, de manera que un número cada vez mayor de clientes han expresado el interés en sus servicios.
Esto llevó a la compañía a descubrir nuevas soluciones técnicas, para seleccionar los mejores proveedores con el fin de utilizar materiales de mejor calidad, invertir en herramientas y, especialmente, en personal cualificado.
Se podría decir que el pavimento de hormigón impreso es un producto maduro y que sus méritos son reconocidos cada vez más. Como prueba, los expertos lo recomiendan cada vez más como alternativa a los antiguos sistemas de pavimentación.
Además de los clientes particulares, sospechando que utiliza como principal argumento el precio económico, cada vez más organizaciones como Comunidades de Propietarios, con un mayor poder adquisitivo, optan por esta solución en rehabilitaciones de patios, zonas comunes y, especialmente, en la rehabilitación de rampas de garaje o accesos a edificios, que en su mayoría fueron hechas con baldosas hidráulicas.
Los objetivos principales que se pretenden con la elección de un determinado tipo de pavimento son: solidez, planeidad, resistencia al desgaste, resistencia a agentes externos, capacidad de drenaje del agua, superficie antideslizante y resultados estéticos. En entornos donde la componente estética tenga un peso importante es posible conseguir, de forma económica y duradera, una variedad de efectos decorativos jugando con el color y la textura del hormigón. Uno de los grandes retos de los pavimentos de hormigón es conseguir ser aceptados como elementos decorativos en suelos interiores y exteriores de edificios, compitiendo con solados tradicionales.