Nervis Villalobos Director técnico y de operaciones en Enersia Technology & Innovation.
Es una de las energías renovables en tanto que la fuente de energía primaria, el agua del mar, no se agota por su explotación. Es de las energías verdes menos conocidas, cuyo objetivo es aprovecharse de la fuerza de las mareas. La relación entre la cantidad de energía que se puede obtener con los medios actuales y el coste económico y ambiental de instalar los dispositivos para su proceso han impedido una penetración notable de este tipo de energía.
Las fuerzas gravitacionales que el Sol y la Luna ejercen sobre la Tierra provocan las diferencias de altura que tienen los mares. De forma similar a como se aprovecha el viento para generar energía eólica, para poder utilizar la mareomotriz también se emplean turbinas, que aprovechan la energía potencial de las mareas y la transforman en energía eléctrica.
Para ubicar las centrales de este tipo de energías no todos los sitios costeros son buenos. Se necesitan ubicar en lugares en donde la diferencia entre la marea alta y la baja sea de al menos cinco metros de altura, para que dichas plantas resulten rentables.
Existen dos tipos de centrales, las generadoras de corrientes de mareas y las presas de marea. Las primeras, que son las más populares, usan la energía cinética del movimiento del agua para hacerlas pasar por las turbinas, con menores costes e impactos ecológicos que otras. Las segundas emplean la energía potencial que tiene el agua en el momento en que se da el cambio de mareas por diferencia de altura, y son básicamente diques que se colocan a lo ancho de los estuarios, los encargados de canalizar y administrar la energía del agua.
El funcionamiento de una planta mareomotriz, es sencillo, cuando se eleva la marea se abren las compuertas del dique, dejando aumentar el volumen del embalse. En cuanto se alcanza el nivel máximo del embalse, se cierran las compuertas. Luego, cuando la marea desciende por debajo del nivel del embalse alcanzando su amplitud máxima entre este y el mar, se abren las compuertas
dejando pasar el agua por las turbinas a través de los estrechos conductos. Cada represa puede generar de 6 a 17 GW.
Teniendo en cuenta que el mar siempre está ahí, en aquellos lugares en donde se puedan instalar estos tipos de centrales, la energía renovable conseguida ayuda a evitar drásticamente la dependencia de los combustibles fósiles para conseguir energía eléctrica.
Según datos de la Agencia Internacional de la Energía, si se aprovechara el movimiento de las mareas a nivel mundial, se podría generar el 7,6% del total de la energía global, es decir, aproximadamente 1.200 GW
Las costas de España tienen la capacidad de producir una cantidad de energía anual equivalente a 5 centrales nucleares, ya que sus costas tienen puntos en donde las corrientes y las diferencias de marea son perfectas para colocar plantas mareomotrices. En la actualidad solo una planta en España aprovecha las olas y se ubica en Motricu (Guipúzcoa). Hubo otra en Santoña (Cantabria) pero ya no funciona.
En la actualidad ya funcionan varias centrales mareomotrices en diversos puntos del planeta: Bahía de Funday (Canadá), las bahías Passamaquoddy y Cobscook en Estados Unidos, la Bahía de Mezen (Rusia), Onchón en Corea del Sur, Chansy en Francia, San José en la Patagonia Argentina, ensenada de Walcott en Austria y el río Servern en el Reino Unido. Parece ser que la mejor ubicación en España la encontraríamos en el Estrecho de Gibraltar.