El Instituto de Turismo de España, Turespaña, ha licitado la obra de restauración de la fachada principal del Convento del Hostal de San Marcos de León por un importe total de 130.680 euros, para un valor estimado del contrato de 108.000 euros, sin incluir el IVA.
El plazo de ejecución previsto es de 18 meses y la fecha límite para la tramitación de las ofertas finalizará el próximo 19 de mayo, según publica hoy el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Los criterios de valoración seguirán dos fases una primera sobre el valor técnico de la oferta (50 puntos) y una segunda sobre la valoración económica (50 puntos), según se describe en los pliegos de la licitación.
El plazo de ejecución del contrato se extenderá a todo el plazo establecido para la ejecución de las obras de restauración de la fachada principal del convento, hasta la liquidación del citado contrato, con todas las incidencias que pudieran ocurrir posteriormente en el plazo de garantía.
Si el contrato no se formaliza por causa imputable al adjudicatario, se le incautará una garantía definitiva en el importe de garantía provisional que, a estos solos efectos, se fija en 3.240 euros.
Entre los requisitos específicos del contratista figuran la solvencia económica y financiera que se acreditará con la certificación del volumen anual de negocios,, por importe igual o superior al exigido, y la solvencia técnica y profesional, en relación con los servicios ejecutados en los últimos cinco años (indicando importe, fechas y destinatario).
El edificio se divide actualmente en tres zonas: la iglesia, el Museo Arqueológico Provincial y el parador. Este hotel de cinco estrellas es un museo viviente de señoriales salones, Claustro y Sala Capitular, amplias habitaciones, biblioteca y un restaurante con una cuidada gastronomía tradicional.
HOTEL MONUMENTAL
El Parador de León está íntimamente ligado a la Orden de Santiago. Fue su sede en 1152, luego iglesia y hospital de peregrinos y, desde 1965, un magnífico hotel monumental y uno de los más reconocidos de toda la red de Paradores.
Su construcción, junto al puente que atraviesa el río Bernesga, a las afueras de León, se inició en el siglo XVI con el objetivo de albergar la sede principal de la Orden Militar de Santiago en el oeste de la Península.
A lo largo de siglos, los frailes atendieron los maltrechos cuerpos de los peregrinos, mientras los caballeros de la Orden reconquistaban el territorio peninsular frente a los árabes. San Marcos, entonces, constituía una ciudad en miniatura, con corrales, huertas, almacenes, establos, bodega, cárcel y su propio cuerpo de clérigos, sanitarios y sirvientes.
Tras su desamortización, empezando el siglo XIX, fue destinado a diversos usos hasta que, en 1965, se abrió como hotel del Estado en una clara apuesta por recuperar el camino de Santiago. La obra fue financiada por el rey Fernando el Católico.
IMPONENTE FACHADA
Su fachada labrada es una de las obras maestras del Renacimiento español. En la imponente fachada, en el claustro, en la iglesia y en la magnífica sillería del coro, trabajaron algunos de los arquitectos y escultores más prestigiosos de España y Francia.
Sus gruesos muros encierran importantes episodios de nuestra historia, albergaron capítulos de la Orden, confinamientos ilustres como el de Quevedo, o etapas trágicas como su reconversión en campo de concentración durante la Guerra Civil Española.
A Quevedo, el parador le dedica una habitación, una de las más amplias y confortables de este histórico edificio que ha sido desde convento, hasta cárcel y que encerró durante cuatro años al prestigioso escritor Francisco de Quevedo. Se enclava en el centro de la plateresca fachada, con dos balcones que asoman a la plaza justo encima de la portada principal.
Otra habitación destacable es la del Torreón, ubicada en uno de los torreones de la fachada plateresca del hotel. Para acceder a la estancia hay que subir unas escaleras y en lo alto, como una almena, se encuentra la habitación que se asoma a la plaza de San Marcos.