La globalización ha provocado que la presencia de chinches en hoteles y albergues haya crecido en torno a un 10% en los últimos años, según la Asociación Nacional de Empresas de Control de Plagas (Anecpla), que recuerda la importancia de la gestión profesional para no perjudicar la imagen turística del país.
El incremento del comercio mundial, del transporte de mercancías y del turismo son las causas principales de que una plaga como la de las chinches, erradicada hace medio siglo, haya regresado a países desarrollados para convertirse en una preocupación del sector hotelero.
«La higiene no siempre está asociada a la proliferación de esta especie: llega por contaminación, se alimenta de nuestra propia sangre y empieza a proliferar y a extenderse», explicó la directora general de Anecpla, Milagros Fernández de Lezeta.
Los profesionales recomiendan que, para ser eliminada de forma adecuada, se requiere de una gestión y un control profesional que, dada la rápida proliferación de la especie, no es tarea sencilla.
En este sentido, los profesionales alertan que una recomendación importante es evitar emplear insecticidas domésticos, que al basar su actividad en el repelente generan el efecto contrario al pretendido extendiendo la plaga a espacios cercanos y zonas colindantes.
Por ello, es muy importante que los encargados de abordar el problema sean servicios profesionales con los conocimientos específicos necesarios y que realizarán una aproximación más basada en la biología y el hábitat a la especie.
Debido a las numerosas restricciones que la Unión Europea ha ido imponiendo frente al uso de determinados productos químicos, desde la Asociación se prima la actuación preventiva como principal estrategia dentro del sector. En este punto cabe destacar el importante papel que las propias empresas hoteleras están obligadas a desempeñar.
CONSECUENCIAS PARA LOS ESTABLECIMIENTOS
Aunque las chinches no son transmisoras de enfermedades, sí causan muchas molestias por picaduras y reacciones alérgicas diversas. También pueden causar ansiedad y problemas para dormir. Al tratarse de un parásito, la chinche se alimenta de sangre humana ocasionando molestias que serán de mayor o menor importancia dependiendo de la sensibilidad de la víctima.
Desde la asociación se advierte de que, si nos alojamos en habitaciones de hoteles y albergues contaminados corremos el riesgo de trasladar las chinches a nuestros hogares.
Tomando medidas preventivas como envolver nuestras maletas con film transparente (que evita el acceso de chinches al acecho en bodegas, maleteros o guarda equipajes) podemos evitar que la molesta plaga se extienda.
En cuanto al tratamiento de la picadura, se recomienda lavar la zona con agua y jabón y, en caso de un picor e irritación fuertes, aplicar una loción calmante. Si se percibe una reacción alérgica, se recomienda acudir al médico lo antes posible para su tratamiento.
MEDIDAS PREVENTIVAS
Anecpla sugiere una serie de medidas preventivas a tomar para evitar la proliferación de esta plaga. Se recomienda revisar, sábanas, almohadas y colchones, así como no dejar el equipaje encima de las camas y revisar el colchón en caso de sentir picaduras.
No utilizar insecticidas domésticos que pueden generar resistencia y ayudan a extender la plaga y en caso de sospecha de contaminación, poner en cuarentena el equipaje en un lugar alejado de dormitorios. Si el equipaje está contaminado se deben lavar las prendas a 60 grados.
La asociación también recomienda evitar adquirir colchones o almohadas de segunda mano, así como limpiar adecuadamente los cestos de ropa sucia, así como reducir la cantidad de escondites teniendo ordenada la casa, lo que facilita su localización y control.