El alquiler medio de una vivienda cerca de las pistas de esquí una semana, coincidiendo con el arranque de la temporada, se sitúa en 560 euros, un 1,75% menos que en 2014, según el portal pisos.com, que asegura que esta opción es un 44% más barata que alojarse en un hotel, cuyo coste semanal asciende a 1.008 euros.
El coste de este tipo de alquiler arroja además un descenso del 3,11% respecto a 2012, cuando una vivienda cerca de las pistas valía 578 euros.
El Pirineo de Lleida, que alberga puntos de referencia como Baqueira Beret o Boí Taüll, sigue siendo el enlace más caro para pasar unos días disfrutando del esquí, con una media de 1.080 euros por semana.
Los que tengan el presupuesto más ajustado deberán dirigirse a las pistas turolenses, donde el alquiler semanal es de 342 euros, un 3,6% más que la pasada temporada. Este porcentaje de subida es el más alto de 2015, el mismo ascenso registrado en Asturias.
El listado de zonas de esquí que superan los 500 euros de renta semanal lo completan Granda (590 euros/semana), Girona (585 euros/semana), La Molina o Masella y Huesca (520 euros/semana).
Por debajo de los 400, además de Javalambre y Valdelinares, a los esquiadores les recibirán Fuentes de Invierno y Valgrande-Pajares, en Asturias (373 euros/semana) y la Pinilla en Segovia (370 euros/semana).
Lleida y Cantabria son las dos únicas provincias donde el alquiler de este tipo de propiedades ha subido respecto a 2012, un 24,1% y un 7,1%, respectivamente. En cuanto a las mayores caídas, hay cuatro provincias donde se superan dos dígitos de recorte frente a hace tres años: La Rioja (-14%), Segovia (-12,9%), Teruel (-15,2%) y Asturias (-12,2%).