Las estaciones de esquí andorranas Grandvalira y Vallnord han invertido para la temporada de invierno 2015-2016 un total de 19 millones de euros –16 millones en Grandvalira y tres en Vallnord–, lo que supone prácticamente doblar la inversión de cerca de 10 millones de euros de la temporada pasada.
Según ha informado el director general de Turismo de Andorra, Betim Budzaku, este miércoles en rueda de prensa en Barcelona, se trata de la cifra más elevada desde el inicio de la crisis.
Budzaku ha señalado que la intención para este año es mejorar los resultados de la temporada pasada, que ya fue «excepcionalmente buena», con un incremento de los visitantes del 5%, y ha destacado que en los últimos años han incrementado los esquiadores españoles –la temporada pasada aumentaron un 8,6%–, lo que ha compensado la caída del mercado ruso, que se prevé que siga disminuyendo esta temporada.
Para este año, el objetivo es aumentar el global de los visitantes alrededor del 2% y superar las cifras también de facturación de la temporada pasada, cuando los ingresos en esquí en las pistas andorranas superaron los 50 millones de euros.
La previsión es que la temporada 2015-2016 arranque el último fin de semana de noviembre y cerrar las pistas el 10 de abril, después de Semana Santa.
16 MILLONES EN GRANDVALIRA.
El director comercial y de marketing de Grandvalira, Alfonso Torreño, ha destacado que la estación ha invertido 16 millones de euros para adecuar las instalaciones, sobre todo con el objetivo de «mejorar la experiencia» del cliente y dar un servicio de calidad, principalmente mejorando accesos y restaurantes y evitar saturaciones.
Las dos principales inversiones han sido en la construcción de un nuevo edificio de 2.000 metros cuadrados en el sector de El Tarter, así como un nuevo telesilla en el Pas de la Casa, que forma parte de un proyecto más amplio de mejora de este sector que se desarrollará durante los próximos tres años.
El nuevo telesilla une la zona baja del sector con la zona de debutantes Abelletes-Isards, donde se ubica el jardín de nieve; tiene una longitud de 415 metros y una capacidad máxima para 1.200 personas por hora en hora punta y 700 en horas bajas.
El resto de la inversión se ha destinado a mejorar las pistas, ampliar la red de cañones de nieve –el 65% de la estación tiene innivación artificial–, y ampliar y mejorar las áreas de restauración, entre otras acciones.
En Vallnord, la inversión de alrededor de 3 millones de euros, se ha destinado también a mejorar el servicio al cliente, según ha destacado el director general de la estación, Martí Rafel, que ha destacado que una de las novedades es la opción de comprar un forfait –de medio día o de día entero– para uno de los dos sectores de la estación –Pal Arinsal u Ordino Arcalís– lo que supone un ahorro en el precio respecto al forfait único para todo el dominio que existía hasta ahora.