La Federación Empresarial de Hostelería de Valencia (FEHV) ha expresado este miércoles su «preocupación» y ha mostrado su «frontal rechazo» a la supresión de zonas de libertad horaria en Valencia ya que considera que el cierre de comercios en domingos y festivos supondría un «paso atrás» en la competitividad del turismo valenciano.
La FEHV, la principal entidad representativa del sector hostelero y turístico de la provincia de Valencia, sostiene que el posible cierre de comercios en domingos y festivos supondría un «duro golpe» en la competitividad de Valencia como destino turístico.
«Consideramos que la limitación de horarios es una traba por parte de la administración a la libre actividad económica de las empresas, que, sin duda, va a repercutir en la imagen de la ciudad de Valencia como destino y en el propio sector turístico», ha comentado Manuel Espinar, presidente de la Federación.
La FEHV ha recalcado en un comunicado que Valencia es «una ciudad turística y el turismo es el principal generador de empleo e ingresos de la ciudad». «Hay que recordar que mientras en otros destinos españoles y europeos este debate ya se ha superado, imponiéndose la liberalización de horarios comerciales que permite generar actividad turística todos los días de la semana y durante todo el año, en Valencia se pretende todo lo contrario, es decir, quedarnos a la cola con respecto a nuestros competidores», ha indicado la entidad.
«El turista no entiende llegar a un destino y ver todos los comercios cerrados, ya sea domingo o jueves. Estamos en un año récord de llegada de turistas e ingresos por turismo. De ninguna manera la administración puede poner en riesgo la recuperación del sector turístico y de la economía valenciana con una medida como ésta», ha añadido Manuel Espinar.
Para la federación, Valencia se caracteriza por ser una ciudad turística de ocio, de cultura y de ‘shopping’, «abierta al mundo y capaz de atender al turista los 365 días del año». De esta manera, la federación quiere ponerse a disposición del ayuntamiento ya que entiende que una decisión «de tanto calado debería ser consensuada con todos los sectores afectados».