La aerolínea brasileña TAM ha anunciado este lunes la reducción progresiva de entre el 8% y 10% de sus vuelos domésticos, así como un 2% de la plantilla ante la «desafiante situación económica» del país, según ha comunicado a la Comisión de Valores Inmobiliarios (CVM en sus siglas en portugués).
La decisión es fruto de la inflación –superior al 9%– que atraviesa el país y el alto valor del dólar respecto al real brasileño, lo que obliga a «ajustes necesarios».
El mercado brasileño registrará una caída del PIB este año, pasando del -1,3% de PIB estimado inicialmente al 1,5% menos, según datos del Banco Central del país. Además, el sector aéreo está desacelerándose, según la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC en sus siglas en portugués).
La compañía aérea asegura que no dejará de prestar servicio en ninguna de las rutas que oferta, para así «garantizar la mejor atención a los clientes».
El grupo afirma que, para reducir el impacto de los colaboradores afectados por el recorte en personal, se les asistirá por medio de consultorías especializadas en recolocación profesional. En cambio, donde no prevé recortar es en equipo de tripulación, ya que espera crecer a medio plazo.
La presidenta del grupo, Claudia Sender, se mostraba confiada en que Brasil recupere su crecimiento para proseguir con la estrategia a largo plazo de la empresa. TAM tenía planeado renovar la flota y fortalecer los dos ‘hubs’ del país –en Brasilia y Sau Paulo–.
UN 1,1% MENOS DE PASAJEROS DOMÉSTICOS BRASILEÑOS
El grupo LATAM, del que forma parte TAM junto a la chilena LAN, transportó en el primer semestre del año a 33 millones de pasajeros, un 1,2% más que el mismo período en 2014.
El crecimiento se debía sobre todo a países de habla hispana como Argentina y Colombia, con hasta un 4,2% más de viajeros en la región, hasta alcanzar los 10,1 millones. Sin embargo, en el ámbito doméstico de Brasil cayó un 1,1%, hasta los 16 millones.
La semana pasada, la presidenta del país, Dilma Roussef, reconocía que la economía brasileña atravesaba un momento «extremadamente duro», pero creía en una «recuperación rápida» del crecimiento de la nación latinoamericana.