Las viviendas de uso turístico en la ciudad de Madrid tienen una ocupación media del 83,3 por ciento para las fiestas del Orgullo LGBT, que se celebran entre los días 1 y 6 de julio, según se desprende del estudio de precios y ocupación realizado por Rentalia, empresa perteneciente al grupo Idealista.
Este porcentaje supone un crecimiento de 15,4 puntos porcentuales con respecto a las fiestas del Orgullo Gay del año 2014. Observando solo las noches del viernes y el sábado, días en los que se producen los eventos más importantes, la ocupación de las viviendas turísticas sube al 84,2 por ciento, 14,1 puntos porcentuales más que el fin de semana principal del Orgullo del año pasado.
Por otro lado, el precio medio que han tenido que pagar los viajeros por estas viviendas turísticas es de 30 euros por persona y noche, lo que supone un descenso de un 9 por ciento con respecto al dato de las fiestas del Orgullo del año 2014.
Además, cerca de la Plaza de Chueca no queda ninguna vivienda turística libre desde hace días y las más próximas a esta mítica plaza se encuentran en la zona de Gran Vía. Para los viajeros que busquen alojamiento de última hora, podrán encontrar viviendas turísticas en zonas de Madrid a pocas paradas de metro de la Plaza de Chueca.
Según la directora de Rentalia, Almudena Ucha, el alquiler de viviendas de uso turístico «vive un momento de auge a pesar de que algunas normativas regionales quieran frenarlo». Este es el caso de la Comunidad de Madrid, que tiene recurrido su Decreto sobre viviendas turísticas por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) «al considerar que obstaculiza la libre competencia de estas viviendas», ha recordado.
Ucha ha recordado que en un par de años, Madrid será la capital mundial del Orgullo Gay, evento más conocido como ‘World Pride 2017’, y ha señalado que «si se sigue por la senda restrictiva con respecto a las viviendas turísticas no habrá suficientes alojamientos para albergar a los cientos de miles de visitantes que se esperan». «Esto únicamente repercutirá de forma negativa en los ingresos de los comercios y lugares de ocio de Madrid», ha lamentado.