A Coruña, 28 nov (EFE).- El jefe del Departamento de Estudios de Mercado y Técnicas de Promoción de la Organización Mundial de Turismo (OMT), John Kester, asegura que el Camino de Santiago es un «éxito tremendo» de ámbito internacional porque aúna la experiencia de hacer un esfuerzo, habitualmente andando, con «algo más bien espiritual».
«El final del Camino de Santiago es un producto muy fuerte y es algo ya reconocido internacionalmente», sostiene Kester en una entrevista con Efe con motivo de su participación en el primer Encuentro de Clústers de Turismo de España, celebrado en A Coruña.
Y es que ante la supuesta crisis de identidad sobre valores y fe de la que hablan expertos en la materia, la ruta jacobea cobra un nuevo impulso con la paulatina reconstrucción de la unidad de las peregrinaciones mayores a Santiago, Roma y Jerusalén, y un perfil de caminantes que no ha cambiado y que mantiene motivos y mentalidad.
Quizá sea por eso que «interesa a la gente», apunta el experto de la OMT, por la conjunción de ser una experiencia para el caminante y algo espiritual, no religioso, pues «en esto mucha gente se equivoca», añade.
Hoy en día se vende el turismo de «historias», que vende «temas» como el del Camino de Santiago «porque dan para contar» algo «mágico».
Compostela, como una de las tres Ciudades Santas de la Cristiandad, ha sido siempre, incluso antes de que se construyera la catedral, un lugar de peregrinación por encontrarse en ella el sepulcro del Apóstol Santiago, a quien le debe la primera parte de su nombre.
La leyenda se encargaría de atribuirle la segunda, Compostela, basada en las palabras latinas «campus stellae» (campo de la estrella), en alusión al lugar donde una estrella indicó una noche la ubicación de los restos del Apóstol.
Si además a esta historia se unen el esfuerzo, la motivación espiritual o religiosa y el paisaje, «tienes un patrimonio muy importante en esta ruta», añade este experto de la OMT.
«Juntas todo eso y lo presentas como una oferta más allá de tener una iglesia», aconseja Kester a las autoridades gallegas, pese a destacar de la catedral compostelana la cantidad de peregrinos que ha recibido durante siglos.
De hecho, muchos países están mirando el fenómeno de la ruta a Compostela para incorporarlo a sus agendas, como ocurrirá el próximo semestre en Vietnam, que ha organizado una conferencia de turismo y cultura en el que se abordará el Camino de Santiago, junto a otros temas como el mexicano de los pueblos mágicos.
A su juicio, es una oportunidad de mercado ofertar paquetes turísticos sobre determinadas temáticas, no sólo sobre religión, también por ejemplo acerca del centenario de la Primera Guerra Mundial desde Sarajevo a los campos de batalla en Bélgica.
«Hay muchas cosas que se pueden contar y cantidad de temas que se pueden sacar, como la historia del vino en Francia, España, Portugal, Italia o Bulgaria, y hacer una oferta paneuropea» con operadores internacionales, plantea Kester, porque «hay mucha historia en común que da una experiencia maravillosa».
La gran ruta que una Santiago con Roma y Jerusalén, como un camino que se pueda recorrer en cualquier sentido, es una de esas iniciativas que se planteó en Burgos en el I Congreso Internacional sobre «Los caminos sagrados» y que, en lugar de suponer una competencia entre caminos, podría aumentar el número de peregrinos que se animen a recorrer varias rutas diferentes.
En este sentido, la directora general de Turismo de Galicia, Nava Castro, defiende en este Encuentro de Clústers de Turismo de España el «modelo demostrador de ámbito internacional» que representa el Camino de Santiago, que la comunidad está promocionando en México o Japón, y próximamente lo hará en Cartagena de Indias, a modo de «ejemplo de lo bien que se hace en Galicia».
Coincide en estos términos el jefe del Departamento de Estudios de Mercado y Técnicas de Promoción de la OMT ve en el final de esta ruta jacobea un potencial importante de Galicia para seducir al turista internacional.
Elizabeth López