Palencia, 28 ene (EFE).- La catedral de Palencia cuenta desde esta semana con los primeros sensores instalados dentro del proyecto europeo SHbuildings, para facilitar una gestión integral de los edificios históricos y apostar por la conservación preventiva.
Este proyecto europeo, que se está implantando de forma piloto en la seo palentina y en otros dos inmuebles de Francia y de Portugal, apuesta por «actuar antes de que se produzca el daño», según la Fundación Santa María la Real, que lo coordina.
El proyecto está financiado por la Unión Europea, en el marco del Programa de Cooperación Territorial del Espacio Sudeste Europeo, Interreg IV SUDOE, en colaboración con diferentes empresas, centros tecnológicos, entidades y administraciones de España, Francia y Portugal.
Mediante la colocación de pequeños sensores y dispositivos, se toma el pulso a los edificios en los que se interviene, para garantizar su conservación preventiva, con un impacto visual mínimo.
De este modo, en la catedral de Palencia, el proyecto se centrará en el control de tres aspectos concretos y la instalación de sensores se llevará a cabo en dos fases.
A lo largo de esta semana, se procederá a la monitorización ambiental de la catedral, centrada principalmente en la zona del archivo, con el objetivo de mejorar las condiciones de conservación de los documentos que alberga.
En concreto, se instalarán medio centenar de sensores de temperatura y humedad y una decena de nodos destinados al control de luminosidad, además de otros dispositivos de control de xilófagos.
En esta primera fase, se abordará también la instalación de medidores de consumo de electricidad y gas, orientados a evaluar el consumo energético de la seo, con el fin de diseñar, en caso necesario, una propuesta de mejora que garantice una mayor eficiencia energética.
La actuación se completará con la instalación exterior de una estación de registro de la presión barométrica, los niveles de dióxido de carbono o la lluvia, entre otros factores.
En una segunda fase, que previsiblemente se llevará a cabo el 13 y 14 de febrero, se procederá a la monitorización estructural centrada en las grietas existentes en la zona de los pies de la nave central y en la torre.
En este caso, se colocarán tres fisurómetros, para realizar un seguimiento de la evolución de las grietas, y un acelerómetro triaxial, para controlar las vibraciones estructurales que puedan afectar al templo.