Madrid, 17 ene (EFE).- La asesora empresarial Beatriz de la Iglesia inicia este domingo en Cuatro el reto de sacar de la ruina a los negocios «con alma» que naufragan en tiempo de emprendedores «kamikazes» y no solo por culpa de la crisis, también por «dejadez» y falta de asesoramiento.
Los negocios «con alma» son aquellos en los que están implicados los «sentimientos», en los que a la pérdida económica se suman «los esfuerzos de toda una vida o un saga familiar, por ejemplo», explica en una entrevista con Efe De la Iglesia, que ha desarrollado su carrera como asesora y «coach» en multinacionales y pymes.
Para ella también ha sido una «experiencia límite» enfrentarse a los desaguisados de pequeñas empresas, de entre 3 y 6 empleados, que «merecen una segunda oportunidad», pese a que lo más común es que «al propietario le pueda el orgullo y se ponga un poco bravo cuando sacas los fallos», apunta.
Inevitablemente, surgen las comparaciones con otro tipo de «coach», como Alberto Chicote o Pedro García Aguado («Hermano Mayor»), pero la nueva experta de Cuatro lo tiene claro: «Tengo mi propio estilo, cada uno trabaja desde su experiencia y su profesionalidad, y en mi caso me convierto en una más, me implico y me remango para trabajar codo con codo».
El programa ha pasado por negocios de Valencia, Cataluña y Madrid, y en todos ellos se da un error de base: «No se escucha al cliente, nadie se ha parado a eso a pesar de que es él quien tiene que hacer que el negocio tire».
También abunda la falta de liderazgo ante los trabajadores, el desconocimiento de la competencia y la indisciplina, además del descontrol de las cuentas, con negocios «donde todo el mundo mete mano en la caja», explica la experta.
Todo ello lleva a la «dejadez» y la falta total de expectativas del empresario, que en muchas ocasiones se escuda en la incidencia de la crisis económica, un punto que la «coach» no tiene nada claro en su experiencia televisiva: «Todos los negocios que he trabajado, hubiese crisis o no, estaban destinados a cerrar, pero en época de bonanza los errores se maquillan».
En esta época de emprendimiento, De la Iglesias también se ha encontrado con algunos «proyectos kamikazes, de emprendedores que se han dado cuenta de que las cosas no son fáciles si no tienes el asesoramiento adecuado».
El plan del programa, una vez que se ha tomado conciencia de los errores, es el de someter a toda la plantilla del negocio a una «prueba de fuego» para ver si han asimilado las enseñanzas, una faceta en la que también tomarán parte empresarios de éxito, que ofrecerán consejos enfocados a aumentar la competitividad.
Además de la actitud ante el negocio, un cambio de imagen del local pondrá la guinda para la nueva etapa.
El programa del domingo contará con la participación del reputado peluquero Alberto Cerdá, que pondrá su experiencia a disposición de una peluquería de Madrid que ha perdido el 80 por ciento de su clientela en tres años, y en la que sus cuatro empleados no guardan ningún respeto por su jefe.
Roberto, este peluquero que procede de una familia famosa en el sector, es uno de los casos que más ha «desesperado» a la «coach» en los cinco programas grabados por su «falta de autocrítica», señala.
No obstante, concluye que el trabajo emocional con los empresarios le ha hecho vivir «como en una gran familia, olvidando pronto las cámaras», además de contar con la parte de «humor» que le presta al programa sus «peculiares personajes».
Manuel Carretero.