Múnich (Alemania), 27 oct (dpa) – Glaciares que se derriten, aludes, masas repentinas de nieve, lluvias copiosas o sequía: el cambio climático ya está dejando sus rastros. El club alpino alemán Deutsche Alpenverein (DAV) llama a los responsables políticos, a la sociedad y a sus propios miembros a ser más consecuentes con la protección del clima.
«Se terminó el tiempo de las vacilaciones, debemos actuar. ¡Ahora!», afirma una resolución acerca del clima aprobada por la asociación en su reunión central del sábado en la ciudad alemana de Múnich.
La asociación alemana DAV, que festejó este año sus 150 años de existencia y promueve un turismo alpino sostenible, quiere reunir alrededor de un millón de euros (1.100 millones de dólares) para medidas en la protección del clima a través de aportes.
Alrededor de 800 delegados votaron a favor de que, desde 2021, cada miembro pleno pague anualmente un euro extra. La mayor asociación de deportes de montaña del mundo cuenta actualmente con 1,3 millones de miembros.
DAV también criticó al Gobierno alemán en su resolución. Según dijo, Berlín aprobó una ley de protección del medio ambiente que persigue con la neutralidad climática para 2050 un objetivo ambicioso pero que rehúye a tomar medidas concretas como un impuesto efectivo a las emisiones de dióxido de carbono (CO2).
La asociación alpina alemana busca encontrar puntos de partida para establecer medidas propias. Se trata de que a nivel nacional, regional y en las distintas secciones de DAV se haga en los próximos años un balance de emisiones.
De ahora en más, la idea es reducir drásticamente la huella de CO2 en cursos, tours y en los pabellones de escalada. Todas las cabañas deben pasarse a una provisión energética alternativa.
Los arrendatarios de cabañas y lugares de escalada también deben tratar de reducir el consumo de CO2 en sus comidas. Los viajes de formación y tours deben orientarse siguiendo el principio de que se pueda llegar a destino con medios de transporte público.
Los delegados criticaron en el debate que la discusión interna acerca del clima debería haberse impulsado en la asociación hace 20 años.
Por otra parte, afirmaron que no basta con hacer declaraciones, y que falta empezar a exigir también a la industria. También hubo críticas a la filial comercial de DAV Summit Club, que organiza viajes a las regiones montañosas desde distintas partes del mundo con vuelos, a pesar de que, a causa de las cuotas, son neutrales en CO2.
Por Sabine Dobel (dpa)