
(dpa) – Quien pise el freno en la autopista bajo la lluvia, puede derrapar y sufrir «aquaplaning» incluso si el dibujo del neumático todavía está dentro de los límites que permite la ley.
Durante una prueba de la revista alemana «Auto Bild» en su edición 34 de este año, un automóvil a una velocidad de 120 kilómetros por hora y una profundidad de dibujo de 1,6 milímetros apenas pudo detenerse a unos 150 metros. Con neumáticos nuevos, el recorrido para frenar bajó a 60 metros.
Por lo tanto, resulta importante revisar regularmente la profundidad del dibujo, recomienda la publicación.
Con lluvias fuertes y cuando hay peligro de «aquaplaning», lo que hay que hacer ante todo es quitar el pie del acelerador e ir más despacio. El test demostró que a una velocidad de 80 kilómetros por hora y con un dibujo de los neumáticos de 1,6 milímetros de profundidad el trayecto para frenar se reduce a alrededor de un cuarto.