
(dpa) – Muchos padres prefieren no ajustar mucho el cinturón de los niños cuando viajan en sus sillitas para no incomodar a los pequeños. Pero en caso de accidente, los niños corren así el riesgo de deslizarse de la silla o el asiento.
Una regla de oro a la hora de ajustar los cinturones de los pequeños: entre el cinturón y el pecho del pequeño pasajero no debería haber lugar para más de una mano.
En caso de choque, los niños muy pequeños que no viajan en una silla especial pueden salirse del cinturón diagonal y sufrir lesiones internas por el cinturón que va sobre la pelvis. Por eso, hasta los 12 años o los 150 centímetros de altura, es recomendable (y obligatorio en la mayoría de los países) usar un asiento especial para los niños.
Por otro lado, es importante que los padres siempre verifiquen que los niños se hayan ajustado bien los cinturones cuando lo hacen por sí solos.