
(dpa) – Los diseños antiguos están muy de moda, pero no todos están dispuestos a asumir las «mañas» que puede tener un automóvil que ya tiene sus décadas. Habría que estar yendo constantemente al taller o engrasándose las manos todos los fines de semana. ¿Existe alguna solución? Escuche la historia del alemán Michael Käs.
Michael creció en Baviera, en un taller que se especializaba en el mantenimiento de modelos antiguos de BMW. Él sueña con el BMW 2002 desde que iba a jardín de infantes, pero sabía muy bien que prefería mantenerse lejos de aquel modelo. La tecnología que ofrece, los equipos y el diseño de interior serían imposibles de soportar en el día de hoy. ¡El modelo ya está por cumplir 50 años!
¿Pero entonces qué hizo Michael? Se armó un coche al estilo 02 tomando una carrocería nueva, de un descapotable de dos asientos bastante actualizado, del año 2013, y le añadió la tecnología actual.
«Está inspirado en las formas clásicas antiguas, pero está fabricado completamente en fibra de carbono», explica el mécanico, que dice que su resultado, en lugar de ser un «oldtimer» es un «everytimer» porque une lo mejor de las dos épocas. «Ofrece una tecnología moderna y confiable, es muy cómodo y seguro, y al mismo tiempo tiene el carácter del clásico», dice orgulloso.
Cuando lo iba armando comenzaron a surgir cada vez más interesados, y así fue cómo Michael se propuso hacer este tipo de reproducciones de diseños antiguos en serie. Los modelos básicos costarán a partir de 70.000 euros, y unos tres meses de paciencia.
Michael no es el único que intenta hacer confluir lo moderno y lo antiguo sobre ruedas. Otro taller llamado «Mechatronik» cerca de Stuttgart toma originales de las series W 111 y W 113 de Mercedes Benz para descapotables grandes o del 190 SL convertible y les monta debajo de la carrocería completamente restaurada motores mucho más «jóvenes» y componentes de Mercedes.
Las automotrices también siguen sacando provecho de sus buenas épocas pasadas. En Inglaterra tanto Jaguar como Aston Martin arman modelos descontinuados como el tipo D de carrera o el DB4 GT, y los venden como nuevos, con toda la tecnología y los mejores estándares de calidad. Land Rover también está vendiendo a nivel mundial todoterrenos de la serie 1 que fueron restaurados y readaptados a los estándares actuales de calidad. Se venden como si fuesen nuevos.
Si uno quisiera dar un salto grande y hacer durar el trabajo, en lugar de armarlo con la tecnología actual podría pasar a lo que hoy es tendencia: el coche eléctrico. «Que tenga el encanto de un clásico y que, sin embargo, no deje ni una mancha de aceite en el garaje es muy atractivo», asegura Johannes Boddien, que sabe de lo que habla.
«A la limpieza del garaje se le suma que uno está haciendo algo bueno por el medio ambiente. Eso hace que uno disfrute mucho más de la experiencia. Reciclar un auto antiguo es lo mejor que uno puede hacer», cuenta el experto, que abrió una tienda, también en el sur de Alemania, y ofrece «Voltimers» a partir de unos 30.000 euros. Los «Voltimers» son sobre todo Volkswagen escarbajos que ahora cargan una batería eléctrica. Johannes importa modelos antiguos que circulan en América Latina y no tienen tanto desgaste.
Hay otros que descubrieron este negocio y también rearman otros clásicos, como el legendario Citroen 2CV. La industria no dejó pasar el surgimiento de este segmento. De hecho Tim Hanning, director del área de clásicos de Jaguar y Land Rover, también ofrece un nuevo modelo de Jaguar del tipo E. Por sumas que arrancan en los 300.000 euros (334.000 dólares) la automotriz ofrece convertirlo en un coche con 190 kW/258 CV, de velocidad máxima de 180 km/h y de un alcance de 300 kilómetros.
Carrocerías viejas para hacer coches nuevos y motores modernos para los clásicos. A eso se dedica esta gente. Mientras tanto, Volkswagen hace otro recorrido: reviven el Buggy con un diseño moderno y en la plataforma eléctrica del VW ID3. Hasta ahora está en estudio, pero la producción de la serie ya está decidida.
Por Thomas Geiger (dpa)