Nos suele pasar. Acumulamos prendas en el armario cuando, habitualmente, solo utilizamos unas cuantas en el día, aquellas con las que nos sentimos más cómodos o que creemos que se adaptan más a la tendencia, que nos hacen encajar mejor. Pero aquello que ya no se utiliza puede tener una segunda oportunidad.
De esa premisa parte, precisamente, Vestiaire Collective, que trata de rescatar aquella ropa, bolsos, zapatos, joyas o relojes que han quedado relegados al fondo de armarios y cajones. Se creó en 2009 en Francia con la intención de convertirse en una plataforma social para comprar y vender una selección de artículos, dando protagonismo a lo vintage, a la alta gama y al lujo.
Cada semana se ponen a la venta más de 30.000 artículos nuevos, que alimentan un catálogo permanente de 600.000 productos. Pero para asegurar que cumple con su propia filosofía, todos se basan en una línea común, siguen un hilo conductor. Para eso trabaja tras la web un amplio equipo de expertos y estilistas que “sabe al mismo tiempo identificar las tendencias del catálogo y rechazar productos, y combinar las colecciones con las temporadas y el vintage”.
Así, como nos explican desde la propia web, se logra construir una identidad, destacar en un sector, el de la moda de segunda mano, que ya cuenta con muchas propuestas en internet. El equipo detrás de Vestiaire Collective responde a preguntas como qué es lo que realmente se vende, cuáles son las prendas que logran sobrevivir temporada tras temporada o qué artículos vintage se revalorizan. “La respuesta no será la misma en París, Londres, Nueva York, Milán, Estocolmo, Berlín”, aseguran.
La moda preloved
Moda y lujo son conceptos que acaban siendo relacionados con el vintage, artículos que aún no pueden ser catalogados de antigüedades pero que ya tienen su historia, nos evocan incluso a tiempos pasados. Puede suceder con cosas concretas, como los bolsos lv que se venden en VestiaireCollective.es. De hecho, los bolsos Louis Vuitton son algunos de los más buscados.
Las prendas y complementos que cuentan ya con unos años de uso, y lo adscrito al lujo es susceptible de convertirse en vintage, y con las facilidades que dan plataformas como esta se pone de nuevo a la venta como ropa preloved o preamada: fueron fabricadas como piezas únicas, exclusivas y de gran calidad, pero quienes las tuvieron antes también las dotaron de identidad, las cuidaron y conservaron.
Tiendas online como Vestiaire Collective contribuyen a democratizar esta moda tan exclusiva y, en muchos casos, inaccesible. Gana quien vende porque garantiza la amortización de un artículo que ya ha sido usado y por el que puede ganar dinero; y quien compra porque accede a artículos que, de otro modo, posiblemente no se podría permitir. Por el camino se está reutilizando algo olvidado, lo cual es una práctica sostenible.
El auge del mercado de lujo
El mercado del lujo en España mueve 9.200 millones de euros, según el análisis del sector que realizó la consultora Bain & Company para el Círculo Fortuny, que aglutina empresas importantes del ramo. La recuperación económica se nota también en el sector, que crece a un ritmo del 9%. Es cierto que Francia o Italia triplican la facturación española, pero está claro que nuestro país gana posiciones.
Vestiaire Collective, por su parte, mete en el mercado a consumidores que no podían acceder a él, pero trata de hacerlo con todas las garantías. Sus expertos no seleccionan solo por cuestiones de diseño, sino que cuidan la calidad: sus más de 4.500 novedades diarias cuentan con hasta un 70% de descuento respecto al precio original, y todos son controlados y autentificados físicamente.
La web también se afana en verificar la compra segura, y ofrece además plazos para poder pagarlos. Su sistema de alertas permite también hace un seguimiento de los artículos favoritos de cada usuario.
Una fórmula, en definitiva, con la que aseguran tener más de 6 millones de consumidores repartidos en 50 países del mundo, cifras que la misma empresa prevé ampliar: “Nos instalaremos en Australia, Hong Kong y Singapur”, aseguran.
En definitiva, una fórmula que ya ha sido recomendada por publicaciones especializadas como Vogue, Glamour, GQ o Vanity Fair, y que promete seguir creciendo al calor de la atracción que suscita el lujo. Un sector que, gracias a la segunda mano supervisada, está al alcance de cada vez más gente.