El cine nos ha dejado a lo largo de su historia muchos retratos de casinos: estos establecimientos donde se practican juegos de azar han sido protagonistas de las andanzas de personajes tan míticos como el agente secreto con licencia para matar, James Bond 007, han albergado mafiosos con clase como en Casino de Martin Scorsese o puesto a prueba la inteligencia y el ingenio de embaucadores como los de 21 Black Jack. Pero ¿ha reflejado el séptimo arte cómo son los casinos en la realidad? ¿Cuáles son las principales características que definen el funcionamiento y atractivo de los casinos reales?
Casi desde sus orígenes el cine se ha sentido fascinado por el glamour, la sofisticación, la emoción del juego y la fauna humana que puebla los casinos. Hollywood nos ha dejado un amplio muestrario de películas donde el casino es protagonista pero existen diversas diferencias entre los casinos cinematográficos y los de ficción. Veámos cuáles son las principales características de los casinos y cómo difieren de los reflejados en el cine::
El producto. En los casinos el producto está compuesto por los juegos y servicios que han de responder a las demandas del cliente. Esto engloba tanto las máquinas y juegos como los bares y restaurantes. Casino Royale, considerada como una de las mejores películas de la serie Bond, refleja de forma muy bien la atmósfera y los juegos que tienen lugar en estos establecimientos. Los juegos de cartas son los que más atractivo han tenido tradicionalmente para el cine pues combinan astucia y azar para proporcionar una emoción de primer orden.
El precio. Para que un casino tenga éxito en nuestro mundo real es básico acertar tanto con el producto como con el precio. Todas las técnicas de marketing han de tener en cuenta esta combinación. Reflejar unos precios que se asemejen a los reales nunca ha sido una preocupación entre los directores y creadores de Hollywood. En este sentido, prefieren sacrificar verosimilitud en este punto en favor de la emoción.
La localización. Habitualmente, los casinos están emplazados en lugares de fácil acceso, elevada visibilidad y mucha densidad de población. Ello asegura la posibilidad de conseguir una clientela nutrida. En las mejores películas de casinos la localización siempre es muy importante: priman localizaciones espectaculares sobre otras más mundanas. Esto no refleja siempre la realidad pues algunas de las magníficas localizaciones de casinos que aparecen en dichas cintas, como en otra película reciente de Bond, Skyfall, no dejan de ser insólitas y costosas y la excepción a la regla.
La clientela. En Ocean´s Eleven de Steven Soderbergh, Casino de Martin Scorsese o Rounders de John Dahl, los casinos están poblados por mafiosos y delincuentes varios, además de buscadores de fortuna de dudosa reputación. Históricamente los casinos de Las Vegas sí estaban frecuentados por muchos mafiosos (la ciudad en sí la construyó uno de los gánsters más célebres, Bugsy Siegel) pero hoy en día esto dista mucho de la realidad. Los casinos son frecuentados actualmente por hombres de entre 40 y 75 años, la mayor parte ejecutivos o comerciales, cuando se trata de mesas de juego y por mujeres de entre 40 y 70 años, en lo que se refiere a las máquinas de juego. Y todos estos hombres y mujeres son personas de clase media con oficios legales y nada que ocultar.
Los profesionales. El cine nos ha dejado también retratos de croupiers y dueños de casinos poco recomendables, que manejan negocios turbios y ponen en marcha técnicas muy dudosas para que la banca siempre gane y el cliente pierda. En la vida real, sin embargo, los dueños de casinos son hombres de negocios que deben seguir unas normas muy estrictas, pagan sus impuestos y están sometidos a una estrecha vigilancia por parte de las autoridades y por una legislación restrictiva. Sus actividades son completamente legales y éticas y los profesionales que trabajan en los casinos son especialistas con experiencia que buscan ofrecer el mejor servicio al cliente y que en ningún momento responden a estrategias ocultas.
La emoción. Otro factor que define perfectamente a la actividad en los casinos es la emoción. Aquí el cine ha sabido captar perfectamente la emoción del juego, aunque espectacularizándolo y buscando su vertiente más extrema. Sin embargo, la emoción por lograr la jugada ganadora existe y cintas como 21 Black Jack o Casino Royale lo han sabido captar perfectamente.
La fiesta. Por último, el séptimo arte también ha transmitido el ánimo festivo que empuja a muchos clientes a acudir a casinos y los eventos que en los casinos más grandes tienen lugar para captar clientes y hacerlos más atractivos. Los acontecimientos que ocurren posteriormente en la película sí son una exageración pero sí es completamente cierto que muchos visitantes acuden a los grandes casinos de Las Vegas acuden a celebrar sus despedidas de soltero, como se narra en la alocada “¿Qué pasó ayer”? de Todd Phillips (también conocida como Resacón en Las Vegas).