La vuelta al trabajo tras las vacaciones de verano puede hacerse bastante cuesta arriba. La falta de energía, la desmotivación o la tristeza, de hecho, son las características más comunes del síndrome postvacacional, que sufren un 30% de los españoles según datos de Adecco de 2015.
Las vacaciones son necesarias para desconectar, pero también suponen una ruptura con la rutina laboral que luego necesita un proceso de transición, de adaptación. Por eso, muchas empresas proponen a la plantilla actividades extraordinarias para hacer más fácil la reincorporación.
Esa ruptura con la rutina de los días de descanso también ha podido acarrear cambios físicos. En verano hay más propensión a engordar porque se tiende a la relajación, es decir, a practicar menos ejercicio físico y comer de forma más despreocupada. Además, el aumento de la temperatura externa contribuye a quemar menos calorías de manera natural, al contrario de lo que pasa en invierno.
La importancia de verse bien
Estos cambios físicos a los que no se da importancia durante las vacaciones, cuando cuenta más el disfrutar, pueden empeorar aún más esos sentimientos de desmotivación y tristeza que afectan a muchas personas que vuelven al trabajo.
Como explica la Fundación Imagen y Autoestima, “la imagen corporal es la representación mental que cada persona tiene sobre su propio aspecto físico”, cómo se ve cuando se mira al espejo, y que sentimientos y emociones experimenta respecto a la percepción de su físico.
Cuando se tiene una imagen corporal positiva, la percepción es clara y real, se valora y acepta el cuerpo y la persona se siente segura y cómoda. En cambio, una imagen corporal negativa se caracteriza por una percepción distorsionada, que hace que la persona se sienta ansiosa y avergonzada, incómoda. La imagen, aunque depende en gran medida de una misma persona, también se ve influenciada por el contexto social.
Las personas que tienen una imagen corporal negativa tienen más posibilidades de desarrollar Trastornos de la Conducta Alimentaria, baja autoestima, síntomas de depresión y aislamiento social. Para evitarlo, como explica la Fundación Imagen y Autoestima, hay que asumir que, aunque no podamos cambiar de cuerpo, sí se puede mejorar cómo nos vemos.
Recomiendan aceptarse y valorarse como se es, hacer una lista de cosas positivas de uno mismo, rodearse de personas que respeten y generen confianza, tratar al cuerpo con respeto y amabilidad.
También se aconseja hablar con una persona de confianza sobre los sentimientos que el cuerpo despierta, porque puede ayudar a sentirse mejor. Si la imagen genera una insatisfacción profunda, habría que ponerse en manos de un experto de salud mental para someterse a terapia.
La imagen, sensible a los cambios
Cuando la vuelta a la rutina, la insatisfacción por la imagen corporal y otros factores se juntan, la persona entra en un estado de tristeza y ansiedad que puede hacer que se despreocupe de sí mismo. Su apatía es tal que ni siquiera repara en el poder renovador que puede tener una sesión de belleza.
Estos días se ha hecho popular la historia de una peluquera de Iowa que se negó a rapar a una joven deprimida. La estilista se preocupó por su historia, y encontró dos años de depresión que la hicieron sentir inútil, sin ser capaz ni de cepillarse el pelo. Tras una larga sesión, que dio como resultado un bonito corte y peinado, logró que la joven volviera a sonreír.
Una historia que nos enseña la importancia de los pequeños detalles, además de la amabilidad de las personas.
Cortes de pelo para la nueva temporada
El cabello es factor relevante en la imagen personal. Un pelo bonito y bien arreglado viste tanto o más que una prenda o un complemento, por lo que puede ser determinante para la autoestima.
Después del verano se puede ver áspero, sin brillo e incluso con un color amarillento, fruto del sol, el cloro, la sal o el viento. Por eso, conviene usar champús y acondicionadores nutritivos, evitar las fuentes de calor (como secadores o planchas) y cuidar especialmente la alimentación.
La visita a la peluquería de confianza es más que recomendable. Peluquerías Raffel Pages propone modelos de corte de pelo para mujeres, 16 estilos que contemplan la tendencia, los más demandados o los que recomendados para eventos y noches de fiesta. Media melena shaggy, midi, cabellos rizados cortos y medio, melenas XL, cortes pixie… Una guía que puede servir de inspiración.
Complementos para dar el toque que se busca
Los accesorios no son solo moda, tienen su propia psicología. De hecho, el analista social Kathtryn Eisman clasificó los arquetipos femeninos considerando el bolso que utiliza cada mujer, en un libro llamado “How to tell a woman by her bag” y que comienza con la lapidaria frase “Olvídate de mirarla a los ojos. Si quieres saber cómo es una mujer, mira su bolso”. Puede parecer sexista, pero ya se preocuparon por los complementos femeninos Sigmund Freud o Jean Claude Kaufmann.
Se trata de sumar al atuendo y, tanto para hombres como para mujeres, www.drhansky.com propone las gafas de madera. Sus diseños originales y exclusivos las convierten en las gafas de moda.
Más consejos de belleza
No se trata de obsesionarse y caer en la superficialidad, que puede tener un efecto contraproducente a la hora de mejorar la imagen personal y mantener la autoestima. Pero el cuidado del cabello, de la piel, de las uñas y todo aquello que se suele incluir en el capítulo “Belleza” está directamente relacionado con la salud, así que es recomendable seguir, al menos, unos consejos mínimos.
Hay más artículos de belleza en consejosdevidasaludables.com, que reúne trucos y consejos de belleza caseros, tips de belleza para mujeres que son todo un balón de oxígeno y le ayudan a sentirse bien.
Tan importante como cuidarse es aceptarse como se es. Como escribía la modelo curvy Ashley Graham en Instagram: “Hago ejercicio. Hago todo lo posible para comer bien. Me encantan mi cuerpo y mi piel. Y no me avergüenzo de unos pocos bultos, ni de los michelines ni de la celulitis… y tú tampoco deberías”.