Millones de euros. Eso es lo que ha marcado la diferencia de los casinos tradicionales desde que llegaran, para quedarse, los casinos en línea.
Según los datos que se van comparando año a año, los casinos tradicionales, a los que solía acudir lo más granado de una sociedad en la que este tipo de locales era también una reunión social, un lugar en el que demostrar la bonanza e incluso un entorno en el que – como posteriormente también lo fueron los campos de golf – los negocios podían llegar a cerrarse, han visto reducido su beneficio en más de un tercio.
Y todo porque poco a poco ha ido asentándose una nueva de entender las apuestas y las mesas en las que antes se reunía solo unos pocos. El que juega al casino online, normalmente también ha pisado uno tradicional, pero cada vez más, las salas en línea se llenan de perfiles que nunca antes habían probado suerte fuera del entorno digital.
La regulación de hace unos años, además, ha hecho que cada vez se esconda menos el usuario de las mesas de juegos online. Mientras que antes era un gesto de estatus, durante los primeros años del juego online, muchos pensaban que era algo que ocultar.
Sin embargo, año tras año, las cifras mostraban cómo cada vez se movía más dinero en los casinos en línea y eso, acabó creando un verdadero impacto en la sociedad.
¿Cómo? Acercando el juego a perfiles y generaciones que antes apenas tenía en mente apostar. Poniendo en la publicidad, en prime time, caras de personas reconocibles y con una reputación que no les aislaba sino todo lo contrario, que eran ejemplo de muchos.
Hechos los deberes a nivel marketing, se ha visto también como otras muchas plataformas han dado también el salto a la digitalización de parte de su producto. Por ejemplo, los sorteos de lotería también han seguido la estela de los casinos en línea para poner disponible su producto en Internet.
A la vista de todo esto, el impacto viene de la mano de los usuarios. Pese a que, como se ha dicho en los últimos estudios, el perfil más común y que supondría el tipo de jugador es el varón de 35 años con una clase social media – alta, lo cierto es que cada vez más, como ocurrió con el propio internet, se ha democratizado el juego.
Hoy en día no es raro ver a generaciones mucho más jóvenes en las apuestas online. Jóvenes de unos 25 años que, aunque no elevan las apuestas al nivel que otra generación que ha cumplido ya los 40, también se conectan a las mismas plataformas para poner a prueba su ingenio – es la generación de los tutoriales – y su suerte.
En cifras, para también medir su impacto social, es un sector que ofrece cerca de 81000 empleos directos, cifra que se multiplicaría por tres si tenemos en cuenta también la creación de puestos de trabajos indirectos relacionados con el sector: publicidad, marketing, programación, banca…etc.